La predicación josefina no sólo no
decae, sino que aumenta. Es un siglo en que se predica mucho a San José, aunque
no todos los sermones se escriben. En las grandes ciudades, donde existen
cofradías y asociaciones josefinas, las fiestas del Santo Patriarca se celebran
con toda solemnidad con predicación por la mañana y por la tarde. Se predican
muchos novenarios, septenarios, quinarios y sermones sueltos. Se le saca en
procesión.4 Nacen Bibliotecas de predicadores y Tesoros de
predicación en los que abundan sermones sobre San José.5
Un aspecto destacado de la devoción a
San José en el siglo XIX es presentarlo como abogado singular en la hora de la
muerte. Ya en el siglo XVII se habla con frecuencia en los libros espirituales
de la época del tema de la muerte, pero no parece para nada en esa hora San
José, sí Jesús y María. En el siglo XIX es frecuentísimo en los libros
josefinos el recuerdo de San José en su condición de abogado para esa hora
suprema. Un mes de marzo aparece titulado: Mes de marzo consagrado a San José
como abogado para alcanzar una muerte semejante a la suya (1872). Y así otros.
“Terror de los demonios” es una de las invocaciones de las letanías de San José
de este siglo. Por primera vez aparecen sermones sobre el tránsito de San José
en los predicadores españoles, en los que se le presenta como abogado y modelo
de la muerte en manos de Dios.6
P. Román Llamas, ocd
4 Para la
predicación josefina puede verse Román Llamas, San José en los predicadores del siglo XIX, en Est Jos 49 (1995)
621-653; La Sagrada Familia en los
predicadores del siglo XIX, en Actas…253-302
5 Cfr
a.c.p. 624-25
6 Cfr Román
Llamas, a.c.p. 649
Comentarios
Publicar un comentario