La revelación del misterio que el Espíritu
Santo realiza en María, su mujer, dice el evangelio que se lo manifestó a José
en sueños. ¿Quizás soñó José con lo que había descubierto despierto?
José se ha dado cuenta de lo que se nota
en María y entra en duda de qué actitud debe tomar ante tal suceso, no sabe qué
hacer. Hasta se le ocurre despedirla en secreto. Con estos pensamientos se
acuesta, se duerme y sueña.
¿Qué sueña San José?
¿Qué se le representa a San José en
sueños? Lo que ha imaginado y soñado despierto. Que María es una criatura
encantadora, una joven responsabílisima. Que María no ha podido hacer nada
innoble. Y que Dios no ha podido permitir que un desalmado la haya desflorado.
¿Qué habrá pasado? ¿Quizás ha intervenido milagrosamente el Todopoderoso y por
obra del Espíritu Santo María está encinta, como profetizó el profeta Isaías?
Porque los signos de una maternidad son evidentes.
¿Qué hago? Y en el sueño se agolpan los
pensamientos. ¿Darle el libelo de repudio, como lo manda Moisés? Ni hablar.
Sería echar sobre ella una infamia. No puedo, no me lo permite mi corazón ni lo
consiente mi justicia. ¿Despedirla en secreto? Pero como despedirla si la amo
apasionadamente, si es tan buena, tan sencilla, tan tierna. Mas, si tengo que
renunciar a tanto bien, lo haré.
Y está José metido en estos sueños, cuando
se le aparece el ángel del Señor y le dice: José, hijo de David, no temas tomar
a tu mujer en tu casa…
P. Román llamas, ocd
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