Lo cuenta Ana de Jesús (Lobera), testigo
del hecho, como una de las ocho religiosas que acompañaban a la Madre a la
fundación de Beas de Segura, y lo recoge el P. Gracián en su Josefina.
En su largo relato describe así,
emocionada lo que se refiere al glorioso San José. Perdidos en los riscos de
Gualdinfierno, abocados a unos precipicios horrorosos de corte vertical de unos
300 metros de profundidad, la Santa recomienda a las ocho monjas que pidan a
Dios y a nuestro Padre San José que nos encaminen, porque íbamos perdidos, y en
esto oyen una voz potente que sale de la abisal hondonada, “una hondura muy
honda”, que les dice: Teneos, teneos, que vais perdidos y os despeñaréis si
pasáis de ahí…Con las indicaciones del misterioso personaje, surgido de
improviso, se encuentran en camino franco; algunos quieren ir a buscar al
hombre para agradecerle el haberles salvado la vida. Mientras estos buscan al
hombre, la Santa dice a sus monjas con mucha devoción y lágrimas: No sé para
que les dejamos ir, que era mi padre San José y no le han de hallar
(BMC Proceso de Salamanca, 18,463).
P. Román Llamas, ocd
Próximas publicaciones
f) La gracia de determinadas gracias místicas.
Conclusión
II.- qué dio santa Teresa a san José
a) Dar la Reforma del Carmelo a San José
b) Le da el título de sus conventos
c) Le da su imagen en sus fundaciones,
d) Celebración de su fiesta
e) Su propaganda cautivadora
f) El capítulo 6 de su Vida, panegírico de San José
Conclusión
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