
En
esta herida de amor y embestimiento del Espíritu Santo por muy alto que llegue
no llega ni puede llegar al estado perfecto de gloria, aunque por ventura por
vía de paso acaezca hacerle Dios alguna merced semejante (N- 14). ¿Se
refiere a santa Teresa que, describiendo la merced que le hizo Jesucristo dice:
“es un secreto tan grande y una merced tan subida la que comunica Dios
allí al alma en un instante, y el grandísimo deleite que siente el alma
que no sé a qué lo comparar, sino a quien quiere el Señor manifestarle por
aquel momento la gloria que hay en el cielo”? (7 M 2,3). Porque san Juan de la
Cruz conoció los escritos de santa Teresa de Jesús. Ver CE 13, con las notas.
Y
aunque lo dice para dar a entender la capacidad y abundancia de deleite
y gloria que en esta manera de comunicación del Espíritu
Santo se siente, y como se trata de una realidad tan maravillosa no duda
que habrá personas que por no entenderlo por ciencia ni por
experiencia, no lo crean o piensen que no es tanto como ello es en sí.
Responde
“que el Padre de las lumbres (Sant 1,17) cuya mano no es abreviada
(IS 59,1) y con abundancia se difunde, sin acepción de personas (Efe. 6,17) do
quiera que haya lugar, no duda, no tiene en poco tener sus deleites con los
hijos de los hombres en mancomún en la redondez de las tierras,
(n. 15).
P.
Román Llamas, ocd
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