Que
aunque en las Canciones que arriba declaramos, hablamos del más
perfecto grado de perfección a que en esta vida se puede llegar, que es la
transformación en Dios, todavía estas Canciones tratan del amor ya
calificado y perfeccionado en este mismo estado de transformación, porque
aunque es verdad que lo que estas y aquellas dicen todo es un estado de
transformación, y no se puede pasar de allí en cuanto tal, pero puede con el
tiempo y ejercicio calificarse y sustanciarse mucho más el amor, bien así como
, aunque habiendo entrado el fuego en el madero le tenga transformado en sí y
está ya unido con él, todavía afervorándose más el fuego y dando más tiempo en
él, se pone mucho más candente e inflamado hasta centellear fuego de sí y
llamear” (LLa, 1ª 3).
Si
quiero poner un nombre en quien se realizan estas mercedes y gracias, pongo el
de san José, a quien el Señor no solo ha levantado al grado de matrimonio
espiritual, sino que lo hace en el grado y estado más calificado de amor.
Solo y siempre guiado por el Espíritu Santo ¡Qué grande es san José!
Si
a otras personas les ha hecho el Señor esta singularísima merced, en concreto a
san Juan de la Cruz y más de una vez, porque es imposible describir algo tan
maravilloso con tal abundancia de expresiones y con tanto calor sin haberlo
experimentado, ¿Qué no haría a san José que está por encima de todos los
santos?
P.
Román Llamas, ocd
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