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GRANDEZA DE SAN JOSÉ A LA LUZ DE SAN JUAN DE LA CRUZ (20)


Y es que todos los actos de la vida de Jesucristo, que preceden su pasión y muerte son también redentores. Teándricos los llaman los teólogos, es decir, actos realizados por la persona divina de Jesucristo: Teo, en la naturaleza humana: Ándricos. Un solo acto de Jesucristo bastaba para salvarnos porque en Jesucristo no hay más que una persona, la divina, el Hijo de Dios, la única responsable de todos sus actos, por eso en Jesús no puede haber pecado. Y en esos actos salvadores interviene san José y con su sufrimiento, tales como: 


a)    Cuando derrama la primera sangre el día de la circuncisión.
b)   Cuando el anciano Simeón profetiza que ese Hijo, que presentan sus padres en el templo, será signo de contradicción y a ti misma (se dirige a María) una espada te traspasará el corazón (Lc 2,22-35). San José que ama cordialísimamente y entrañabilísimamente a su Esposa siente traspasado el suyo.
c)    Cuando tiene que huir a Egipto porque Herodes busca al Niño para matarle con todo el dolor y sufrimiento que ello significa de saber que quieren matar a su Hijo. 
d)   Cuando el Niño se pierde en el templo, quedándose en Jerusalén sin decir nada a sus padres (el Niño tenía ya doce años, que era mayoría de edad) El dolor de María y José fue realmente inmenso. Si la medida del dolor es el amor, María y José amaban a su Hijo más que sus propias vidas. Los tres días de búsqueda es como un anticipo de los tres días que estuvo Jesús en el sepulcro antes de resucitar.

Si los santos que han llegado a este altísimo grado de amor del matrimonio espiritual sintieron esos sinceros deseos de entrar en la espesura de los trabajos y sufrimientos para disfrutar más intensamente de la inefable sabiduría y misterios de Dios, ¿qué ansias de ello no sentiría san José muy superior en grados de amor? Más que todos ellos y el Señor le sació estas ansias abundantemente; sufrimientos y alegrías. Cuantas veces le diría a su Hijo: “Jesús, entremos más adentro en la espesura de los sufrimientos y padeceres para disfrutar más de las alegrías que en ellos se encierran."

Según esto san José fue un verdadero mártir y rey de los mártires, porque sufrió más que todos ellos juntos, porque la cantidad de todos los mártires no supera la calidad del amor de san José y el martirio se mide por la calidad del amor.



                          P. Román Llamas, ocd
Hoy, 16 de septiembre, día de san Cornelio y Cipriano

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