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Conclusión (11 DE 11)

En muchos libros suele haber un capítulo que destaca por algún motivo especial. Eso pasa con el capítulo VI de la Vida de santa Teresa, el libro de las misericordias de Dios para con ella, sobre san José y su devoción profunda a él...“Quisiera persuadir a todos que fuesen muy devotos de este glorioso Santo”.

P. Román Llamas, ocd.




            Santa Teresa no solo hizo ella evangelización de san José, sino que con ella estableció las bases muy firmes para que esa evangelización se continuase en campos más vastos y extensos y dilatados y con muchos más evangelizadores. Los conventos de monjas y frailes crecieron multiplicadamente y cada convento, casa de san José, es un foco de evangelización josefina. Los frailes y monjas de la Reforma de santa Teresa se han multiplicado por miles y cada carmelita, hijo o hija de santa Teresa, es un evangelizador de san José. Podemos aplicar a cada uno, monja y fraile, lo que el dominico Luis Blanes afirma de la Venerable Leonor del Santísimo Sacramento, muerta en Valencia en 1694, si no predican a san José: “No fuera, pues, dignísima hija de la gloriosa Madre, si faltase la devoción a este santísimo Patriarca que, como tesoro soberano, heredan todas las hijas de aquel abrasado serafín”(Resumpta breve de la penitente y virtuosa vida de la Ven. Leonos del SantísimoSacramento, San José de Valencia, Valencia, 1601, p. 114)

            Y entre estos religiosos y religiosas se cuentan santos beatificados y canonizados, todos ellos grandes devotos de san José, que han evangelizado y evangelizan al santo Patriarca poderosamente.


            Santa Teresa nos ha dejado su vida totalmente consagrada a su devoción a san José, su Padre y Señor, a cuya devoción, como escribe el P. Gracián, su confesor,  su director y confidente durante muchos años, atribuía todos los dones de naturaleza: ingenio y buena disposición, y todos los dones de gracia: muchas de revelaciones, gustos, regalos, y otras dádivas, amén de sobrenaturales perfecciones, trabajos de dolores en que imita a Cristo,  aflicciones de compasión con que padecía a honor de la Virgen María. “todas estas bendiciones le vinieron por su verdadera devoción a san José, esposo de la Virgen María que siempre tuvo en su alma” (Sermones. Declamación  en que se trata de la perfecta vida y virtudes heroicas de la Beata Madre Teresa y de la fundación de sus monasterios:  
  
            Una afirmación de este calibre la hace o porque él ha visto a través del trato tan frecuente con él que mantiene con san José una relación espiritual intimísima o porque la misma Santa se lo ha contado.

            Santa Teresa sigue viva en la Iglesia de Dios, como Maestra espiritual de la misma y con su vida y sus escritos, de altísima sabiduría y experiencia divina, sigue evangelizando a san José, mi Padre y Señor mío.

P. Román Llamas, ocd.




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