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La vida desde el Espíritu Santo (3 de 3)


Podemos enumerar algunos de los trabajos de san José: encontrar a su esposa esperando un hijo sin él saber nada. Ante la pena y dolor de san José al descubrir la gravidez de su esposa, la Virgen que se dio cuenta de ello le pide al Señor, fervorosa y devota, que quisiese revelarle el misterio que se está realizando en ella. Pensaba José abandonarla en secreto, se le aumentó la pena y el dolor y al final de la noche se le apareció el ángel del Señor que le reveló el misterio y otros misterios de su esposa María, llevando mucha alegría a su corazón. “Y acerca de esto recurrió (María) a la divina clemencia por medio de la oración ferviente y divina suplicando a su Majestad que quisiese revelar a este santo hombre su divino misterio, o sea el del Hijo humanado, ya que ella no se atrevía a manifestar a nadie este secreto sin especial licencia de su regia excelencia, puesto que conocía lo que dice la Escritura: Es bueno tener oculto el secreto del rey. Y continuando la Señora su oración mereció alcanzar lo que suplicaba” Así Isabel de Villena en su Vita Christi (Cfr Guillermo Pons y Pons en Esr Jos. 72 (2018) San José en la “Vita Christi” de Sor Isabel de Villena p, 185.191.  José pide perdón a su esposa por haber pensado en abandonarla en secreto y ella le perdona de muy buen gusto y le dice que había sentido congoja por el dolor de él y le cuenta el misterio de su gravidez y los misterios que se van a seguir.

Ir a Belén para empadronarse y buscar lugar para que su esposa dé a luz, huida a Egipto, pérdida del Niño en el templo.

En todo momento María y José movidos por el Espíritu Santo. ¡Qué santidad de vida! ¡Qué esplendor de gracias y asistencias del Espíritu Santo en ellos!

San Pablo VI en su Exhortación apostólica Marialis cultus escribe que “la Virgen María ha sido propuesta siempre por la Iglesia a la imitación de sus fieles, no precisamente por el tipo de vida que Ella llevó, y tanto menos, por el ambiente socio cultural en que se desarrolló… sino por sus condiciones concretas de vida. Ella se adhirió total y responsablemente a la voluntad de Dios (Lc 1,38; porque acogió la palabra y la puso en práctica; porque su acción estuvo animada por la caridad y por el espíritu de servicio” (n. 35). Voy a exponer estos tres puntos:

·        Ella se adhirió plena y totalmente a la voluntad de Dios (Lc 1,38)

·        María acoge la Palabra de Dios y la pone en práctica

·        Animada en su acción por la caridad y el espíritu de servicio.

 

P. Román Llamas, ocd

 

 

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