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COMENZAR SIEMPRE DE BIEN EN MEJOR


En este nuevo año que comenzamos, 2021, quiero comentar estas palabras de santa Teresa: “Ahora comenzamos y procuren comenzar siempre de bien en mejor” (F 29,32). En este capítulo habla de la fundación de Palencia y recuerda que ya hace unos meses se ha llevado a cabo la separación de la Reforma entre los hombres, por ella fundada, de los carmelitas calzados, se ha celebrado capitulo provincial en Alcalá de Henares en marzo de 1581, en el que se nombraron los nuevos supriores y se aprobaron las nuevas Constituciones que regirán la vida de la nueva Provincia. La Santa no puede por menos de expresar su contento y alegría por tal acontecimiento.

Santa Teresa no se refiere solo al comienzo de la nueva Provincia, sino a cada religioso: procuren ir comenzando de bien en mejor, para que el seguimiento de Jesucristo vaya creciendo siempre en perfección. 

En este año que comenzamos, comencemos por la experiencia y amor a Jesucristo que es todo nuestro Bien y el único Nombre debajo del cielo en el cual podemos ser salvos (Act. 4,1))

Santa Teresita dice que guardar la palabra de Jesús es la única condición para nuestra felicidad y la prueba de nuestro amor a él. Pero ¿qué palabra es esa? Me parece que la palabra de Jesús es él mismo, él, Jesús, el Verbo, ¡la Palabra de Dios! (Cta.  a Celina del 7.7.1894). Es comenzar por acoger a Jesús en todo, es descubrirlo en todo, es amarlo en todo y siempre de bien en mejor. Cristo está siempre entre nosotros y con nosotros. En la fiesta de san Juan Crisóstomo, 13 de septiembre, se lee un trozo de las obras del santo en el que predica que Cristo para él es la vida y el morir una ganancia y lo pronuncia momentos antes de ir al destierro. Les dice a sus fieles que nada teme porque para él la vida es Cristo y Cristo está con ellos, porque donde hay dos o tres reunidos en su nombre, allí está él. Aquí está Cristo con nosotros. Tengo en mis manos la Palabra escrita. Esta es mi báculo, mi seguridad, esta es mi puerto tranquilo. Aunque se hunda el mundo entero, yo leo esta Palabra escrita que llevo conmigo, porque ella es mi muro y mi defensa. ¿Qué es lo que ella dice? Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Si Cristo está conmigo ¿Qué puedo temer? (Homilía antes de partir para el exilio. (PG 52,427)

Y en este año que comenzamos, comencemos por dar toda la importancia al aspecto del seguimiento de Cristo de llevar su cruz por amor a él, por amor al Crucificado por amor. La vida cristiana por ser un seguimiento de Jesucristo, al que nos llama el en su evangelio en varias ocasiones, es un calvario. El seguimiento de Cristo es caro. No me precio de saber otra cosa que a Cristo y este crucificado. El padecer por Jesucristo es una gracia y un amor de Dios Padre que nos quiere a todos semejantísimo a su Hijo.

La frase de santa Teresa para la vida significa que nuestra realidad, nuestro cuerpo, nuestra vida, todo nuestro yo no deben ser para nosotros una butaca para descansar, sino un trampolín desde el que saltar… hasta lo imposible, procurando llegar a ello. Debemos ser como esos hombres que confiados plenamente en su Dios le dicen: Tensa, aunque se rompa la cuerda. Y es que saben que Dios es Amor, todo Amor, siempre Amo, y el amor nunca hace mal ni daño, y todo lo que hace, y lo hace él todo porque la providencia de Dios es la que gobierna el universo, lo hace por amor.

  El primero que dijo esto a Dios, su Padre, fue Jesucristo cuando en el huerto de la agonía le dijo, al pedirle que, si era posible, le librase de aquella hora: Pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Tanto le tensó la cuerda a Cristo que la cuerda se rompió, pero esa ruptura hecha por amor no solo no fue un fracaso para Cristo, sin que por ser recibida también con el mismo amor fue la salvación de la humanidad y liberación del pecado y de la muerte y el derramamiento en abundancia de la vida verdadera.         

Es comenzar de bien en mejor en la oración que es un encuentro de amor con Cristo, con e el Amado, con el Amigo. ¡Oh, la oración, qué fuente de paz, de fuerza y alegría verdaderas! Todos los bienes nos vienen por ella. Pasar un rato con el mejor amigo ¿no es el tiempo mejor gastado y empleado? Y salir de ese rato de oración con deseo sincero de seguir más íntimamente unido al mejor Amigo que nunca falla y de quien os han venido y vienen todos los bienes, porque la oración aumenta la fe y el amor que nos hacen descubrir a Cristo en todo, y despierta y aviva las ansias de estar más con él y junto a él.

Comenzar siempre de bien en mejor por el amor y experiencia de María, la madre más tierna que tenemos. No podemos ser auténticamente cristianos si no somos verdaderamente marianos, sin una devoción limpia y cordial a María. María tan cercana y asequible, tan humilde y a la mano, tan pequeña en su grandeza y tan poderosa que todo nos lo alcanza de su Hijo. Comenzar a hablar con María, dialogar y tratar con ella, pasar ratos con María. Ella no acompaña siempre, no nos deja un momento solos, intercede constantemente por nosotros.

Y con María, su queridísimo esposo san José y padre y señor nuestro. Es el que después de ella y con ella mejor ha llevado a la práctica el dicho de santa Teresa de comenzar siempre de bien en mejor. No hay santo que se le pueda comparar. Lo lleva en el nombre que significa que Dios aumenta. En las bendiciones de Jacob a sus hijos, en la dedicada a san José, la Vulgata traduce: San José, hijo en aumento, hijo en aumento y hermoso de rostro. Las hijas corrían sobre el muro (Gen 49,22). Siempre en aumento, en crecimiento, porque todo lo comienza y hace de bien en mejor.

Quizás se trata de una traducción de la versión de los Setenta, hecha por un grupo de autores en el siglo III antes de Cristo que traduce así: José, hijo en aumento, hijo en aumento y celoso; hijo mío vuelto a mí recientemente. (Gen 49.22). Gozaba de una enorme autoridad entre los judíos, y algunos la tenían por inspirada

Y comenzar siempre de bien en mejor esta experiencia y amor de la Trinidad santísima de la tierra con alegría y esperanza, Lo que distingue al hombre del animal es la capacidad de sonreír. ¿Por qué sonreímos tan poco? La sonrisa es la expresión de la alegría. En Los Hermano Karamazov leemos: Amigos míos, no pidáis a Dios dinero, el triunfo o el poder. Pedidle lo único importante: la alegría. San Pablo, recogiendo el menaje de Jesús nos dice: Alegraos siempre en el Señor. Os lo digo de nuevo, alegraos siempre en el Señor (Fil 4,4). Comenzar siempre de bien en mejor por el camino de la Alegría verdadera que nace de la presencia e intimidad con la Trinidad santísima de la tierra: Jesús, José y María.

  Un comentario breve a esta sentencia de santa Teresa pueden ser estas palabras de san Agustín: “No te entregues a la pereza, canta y camina a la vez. ¿Qué significa camina? Adelante, pero en bien. Porque hay algunos, dice el Apóstol, que adelantan de mal en peor -tú de bien en mejor- Si tú adelantas en los caminos, pero sea adelanto en el bien, en la fe verdadera, en las buenas costumbres, canta y camina” (Comentario al salmo 256,2; PL 38, 1193).         

 

                                                                       P. Román Llamas, ocd


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