Ir al contenido principal

II.- QUÉ DIO SANTA TERESA A SAN JOSÉ c) Le da su imagen en sus fundaciones (3 de 3)

 

Santa Teresa valoraba muchísimo esta presencia de San José a través de sus imágenes. Y así, en la fundación de Burgos, el médico Antonio Aguiar, amigo del P. Gracián, hace notar que, al no encontrar una imagen del santo, hizo reparar por mano de un pintor un santo antiguo para que representase a San José (Proceso de Burgos, BMC 20,428).

A Diego de Ortiz, fundador del convento de Toledo, le recuerda en una carta que “no se descuide tanto de poner a mi Señor San José en la puerta de la Iglesia” (Cta5.02.1571) Y se preocupa de mandar un San José al convento de Caravaca, que lo están haciendo y no les ha de costar nada, dice a María de San José (Cta 7.12.1576), y cuando lo recibe a los nueve días de esta notificación, escribe: “Harto consuelo me ha dado la venida de mi Padre San José” (Cta 16.12.1576) .

 

P. Román Llamas, ocd




Próximas publicaciones

 

II.- qué dio santa Teresa a san José

 d)  celebración de su fiesta (1 de 2)

 d)  celebración de su fiesta (2 de 2)

 e)  su propaganda cautivadora (1 de 4)

 e)  su propaganda cautivadora (2 de 4)

 e)  su propaganda cautivadora (3 de 4)

 e)  su propaganda cautivadora (4 de 4)

 f)  el capítulo 6 de su vida, panegírico de san José (1 de 4)

 f)  el capítulo 6 de su vida, panegírico de san José (2 de 4)

 f)  el capítulo 6 de su vida, panegírico de san José (3 de 4)

 f)  el capítulo 6 de su vida, panegírico de san José (4 d4 4)

      Conclusión 

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL AÑO JUBILAR DE SAN JOSÉ : Los pequeños servicios

Digo los pequeños servicios, pero para Dios no hay pequeños servicios porque en ello se trata de dar la voluntad a Dios Padre y cuando se trata de dar la voluntad a Dios no hay cosa pequeña, porque el más grande es precisamente dar la voluntad a Dios ya que Dios no mira la materialidad de las obras sino el amor, la voluntad con que se hacen. Me refiero a esas pequeñeces que san José te presenta siempre en la vida real que es de comunicación con muchas personas ¡Cuántas pequeñas cosas de bien que nos presenta al hilo de cada día que pudimos hacer y no hicimos! ¡Cuántas pequeñas mortificaciones que pudimos aprovechar para el bien de los demás y no las hemos aprovechado! Como una sonrisa cuando no tengo ganas de sonreír, con lo barata que es una sonrisa, una palabra amable cuando estás malhumorado, un devolver siempre bien por el mal que te hagan, un acompañar a una persona indefensa, no hacer nunca   a nadie lo que   no quieres que te hagan a ti, ayudar a una persona mayor a...

carta P General Miguel Márquez

  Querido Román padre y hermano. Nos sentimos todos huérfanos de tu presencia en esta hora de despedidas. Pero quiero expresarte lo que no te dije en vida ahora que me puedes escuchar mejor aún, aunque siempre escuchabas atento.   Gracias por tu testimonio de entusiasmo por la vida y por el presente. Gracias por regalarme en tu persona un ejemplo de dignidad amable y de amistad fiel con tantísima gente que encontraba en ti un apoyo seguro y una palabra sabia.   Nos has enseñado en tu manera de vivir algo que difícilmente aprendemos: el cuidado de ti mismo, de tu salud y de tu descanso, tus paseos y tu constancia, tu manzana y tu zumo de limón. Hemos vivido juntos seis años que fueron decisivos. Me enseñaste con la vida y con la entrega lo que ningún discurso acierta a decir. Dondequiera que voy me preguntaban por ti y todos los que te recuerdan de Roma son unánimes en la nobleza de tu presencia y la capacidad para dar alas y confianza a cada uno. La sonrisa con...

SAN JOSÉ CONTEMPLATIVO (6 de 6)

Las altas comunicaciones místicas, como las que experimentó santa Teresa de Jesús, y con cuánto sabor espiritual, como ella cuenta, se experimentan en el más profundo y amoroso silencio. Escribe santa Teresa: “Pasa con tanta quietud y tan sin ruido todo lo que el Señor aprovecha aquí al alma y la enseña, que me parece que es como en la edificación del templo de Salomón adonde no se había de oír ningún ruido (1Rey 6,1), así es en este templo de Dios, en esta morada suya, solo él y el alma se gozan con grandísimo silencio” (7M 3,11). Con grandísimo silencio se gozan san José y el Espíritu Santo en la comunicación y enseñanza de esta ciencia de amor que este le va enseñando día tras día. San Juan de la Cruz afirma a su vez: “porque lo que Dios obra en este tiempo no lo alcanza el sentido, porque es en silencio, que como dice el sabio, las palabras de la sabiduría oyense en silencio” (Eclo 9,17) (Llama, 3.67). P. Román Llamas, ocd