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San José titular de sus fundaciones (10 DE 11)

En muchos libros suele haber un capítulo que destaca por algún motivo especial. Eso pasa con el capítulo VI de la Vida de santa Teresa, el libro de las misericordias de Dios para con ella, sobre san José y su devoción profunda a él...“Quisiera persuadir a todos que fuesen muy devotos de este glorioso Santo”.

P. Román Llamas, ocd.




Evangelizar a san José es también titular a once de sus diecisiete Fundaciones con el nombre de san José, porque para ella son casas de san José: la de Ávila (1562), la de Medina del Campo (1567), la de Malagón (1568), la de Toledo (1569), la de Salamanca (1570), la de Segovia (1574), la de Beas de Segura (1575), la de Sevilla (1576). La de Caravaca (1576), la de Palencia (1580), la de Burgos (1582). Con esta particularidad que a partir de la fundación de Segovia a san José asocia otros titulares. Así el título del capítulo 21 de las Fundaciones: “En que se trata de la fundación del glorioso san José del Carmen de Segovia", el mismo título para la fundación de Sevilla en el capítulo 23. En el capítulo 22: “En que se trata de la fundación del glorioso san José del Salvador de Beas, año 1575,”Capítulo 29. “Tratase   san José de nuestra Señora de la Calle de Palencia, que fue año de 1580”.Capítulo 31: “comiénzase a tratar en este capítulo de la fundación el glorioso san José de santa Ana en la ciudad de Burgos” 

            Colocación de imágenes de san José y el Niño en las fachadas del convento o iglesia.

            Si no todas las fundaciones llevan el título san José. en ninguna falta la imagen de san José con el Niño protegiéndola y amparándola y atrayendo las miradas de cuantos se acercan al convento o iglesia. Es una prueba más de su devoción y de hacer que el santo Patriarca sea honrado y venerado, evangelizado.

            En la fundación de Burgos, el médico Antonio Aguilar, amigo del P. Gracián, hace notar cómo al no encontrar una imagen de san José, hizo reparar por mano de un pintor la imagen de un santo antiguo para que representara a san José.

            Quiere que lo más pronto posible se ponga la imagen de san José en cada convento, son las casas de su Padre y Señor san José, por eso avisa a Diego de Ortiz, fundador del convento de Toledo “no se descuide tanto de poner a mi Señor san José en la puerta de la iglesia”(Carta del 5-2-1571 ).

            Sin duda, santa Teresa se convirtió en su tiempo en la mayor evangelizadora de san José. De ahí el dicho de la Beata Ana de san Bartolomé, su enfermera, hablando de la devoción de santa Teresa de Jesús: “esta devoción de san José plantó santa Teresa en España, que casi no lo conocían, y hora lo es tanto que no solo en sus monasterios, mas hay grandes cofradías de él y en su día tantas devociones en las iglesias y misas con música y tañido de las campanas, como el día de Pascua. Harto ayuda a España este glorioso santo” (Meditaciones sobre el camino de Cristo, p.678-79, en JULIEN URQUIZA, OCD, Obras completas de la Beata Ana de san Bartolomé, 1981, MHCI)


Iglesia y Convento de Carmelitas Descalzas de san José del Salvador Beas del Segura

            Y el testimonio del P. Miguel de Carranza, carmelita en el proceso de Zaragoza: “Después emprendió la fundación de otros muchos, y casi todos bajo el título y nombre del bienaventurado señor san José, el cual fue siempre devotísima y fue la ocasión grande de que por toda España se conociese y dilatase la devoción que en ella se tiene de este glorioso  y bienaventurado padre legal de nuestro Redentor, Cristo y esposo verdadero de la Santísima Virgen María, Madre suya y Señora nuestra” (Dicho de 5 bde septiembre de 1595, BMC 19, 135

            No me resisto a traer aquí el testimonio de un predicador del siglo XVIII, exaltando altamente la figura de santa Teresa como evangelizadora de san José: Dice así: “lo que más admira, lo que manifiesta el dedo de Dios, lo que basta únicamente para prueba de que Dios, si es lícito decirlo así, piensa en reparar el largo olvido que por tantos siglos estuvo sepultada la memoria de san José, es que el principal instrumento de que se ha servido el Señor para despertar la piedad de los fieles ha sido una sencilla mujer de la que hizo un portento en el orden de la gracia, constituyéndola cooperadora de sus designios para con José. Hablo, Señores, de la ilustre santa Teresa de Jesús, de quien basta decir para su mayor elogio, que desempeñó perfectamente los designios de Dios para con ella, concurriendo con todo su poder a la gloría de José-.

            Ved, católicos, en los dos siglos que se han seguido a esta gloriosa santa ¿cuántos templos y altares le han consagrado a Dios, bajo la advocación de José en todo el mundo? ¿cuántas piadosas y santas Congregaciones se han erigido en honor suyo?,¿cuántas ciudades le han consagrado votos? ¿cuántos pueblos le han declarado su particular patrono y protector? ¿cuántos excelentes y sabios teólogos han dedicado sus vigilias a manifestar y celebrar sus grandezas? ¿cuántos colosos predicadores han hecho resonar en todas partes los cristianos púlpitos con sus panegíricos? ¿cuántos fieles, finalmente, de ambos sexos, de todas edades, en todos estados desde el cetro hasta el cayado, desde la tiara hasta las más pequeñas ovejas hacen profesión de tributar los más altos respetos a la memoria de nuestro Santo?” (Pedro Díaz de Guereñu, Sermón panegírico del glorioso san José, Valencia, 1773. p. 23

            Y un escritor francés del siglo XIX en un estudio histórico sobre el culto de san José, dejó escrito: “Los Papas encontraron un auxiliar poderoso para la propagación del culto de nuestro santo, en la célebre Reformadora del Carmelo. Gersón había hecho mucho por él, Teresa hizo mil veces más por sí misma, por los religiosos de su Reforma y por las religiosas de su Carmelo. San José, el deudor, sobre todo, de su gloria sobre la tierra” (LUCOT, Saint Joseph, Ëtude historique sur son culte, Paris, 1875, p.53.)
            




P. Román Llamas, ocd.




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