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I.- QUÉ DA SAN JOSÉ A SANTA TERESA a) Le consigue la vida




a) Le consigue la vida

 

Santa Teresa nace y se desarrolla como las demás mujeres de Ávila, dentro de un ambiente familiar y social propio de aquel tiempo hasta que entra en la Encarnación de Ávila. A poco de entrar, durante el noviciado, cae gravemente enferma, y la llevaron a casa de una hermana en Becedas, pero la enfermedad no se curaba, antes se agravó de manera que la volvieron a Ávila, pero los médicos de la tierra fueron incapaces de curarla; una enfermedad que más fue una muerte y que sin un milagro llamativo no podía ser curada. Lo fuerte de le enfermedad duró desde abril a la Asunción de María en agosto, probablemente de 1539, con 24 años de edad, y lo máximo fueron cuatro días. “dióme aquella noche un paroxismo que me duró estar sin sentido cuatro días, poco menos. En esto me dieron el sacramento de la Unción y cada hora o momento pensaban espiraba, y no hacían sino decirme el Credo, como si alguna cosa entendiera. Teníanme a veces por tan muerta, que hasta la cera me hallé después en los ojos” (V 5,9). Los efectos del paroxismo los describe en el capítulo 6 de la Vida n.1. Para Santa Teresa el salir de aquella enfermedad fue como una resurrección, "y viendo, como parece, me resucitó el Señor” (V 5,11).

  

Pues bien, quien le curó y puso buena fue San José, él la resucitó, le dio la vida. “Comencé a hacer devociones de misas y cosas muy aprobadas de oraciones…; y tomé por abogado y señor al glorioso San José… pues él hizo, como quien es, en hacer de manera que pudiese levantarme y andar y no estar tullida” (V 6,6 y 8)).


Ante la incapacidad de los médicos de La tierra de curarla escoge un médico del cielo y escoge a San José. Y le confía su cuerpo y su alma. Teresa no sabe hacer gestos vacíos, para la galería y mucho menos en la situación en que se encuentra. 


Como cuando de niña, al perder a su madre escoge a la Virgen María como madre, “afligida fuíme a una imagen de Nuestra Señora y suplíquela fuese mi madre, con muchas lágrimas. Paréceme que, aunque se hizo con simplicidad, que me ha valido” (V 1,7). Con la misma simplicidad escoge a San José para que le cure. Lo hace, es cierto, movida por unos atroces dolores, porque no puede más, pero también porque está convencida que curada de aquella enfermedad se entregará de lleno a la vida de oración. Lo hace con toda simplicidad y sinceridad. Y en poco tiempo comenzó a caminar a gatas, luego erguida pero tullida, y a los tres años ya estaba curada, y comenzó una vida de oración.

 P. Román Llamas, ocd


Próximas publicaciones

 b)  El don de la oración y su amistad.

c)   Los dineros para el primer convento 

d)  Cuida de las cuatro primeras novicias

e)   La libra en un peligro muy grave.

f)   La gracia de determinadas gracias místicas.

Conclusión 

 

II.- qué dio santa Teresa a san José

              a)   Dar la Reforma del Carmelo a San José 

b)  Le da el título de sus conventos

c)   Le da su imagen en sus fundaciones,

d)  Celebración de su fiesta

e)   Su propaganda cautivadora

f)   El capítulo 6 de su Vida, panegírico de San José

Conclusión

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