Más no se puede decir y más casi no se
puede alcanzar de Dios. Podemos decir que Santa Teresa es como un capricho de
San José. Como si San José hubiese dicho a Dios: Quiero que hagas una criatura
con estas dotes y estas cualidades y estas bendiciones y con esta abundancia de
gracias naturales y sobrenaturales. Yo cuidaré constantemente de ella y velaré
por ella como por una hija predilecta y sé que si velo y cuido de ella todo lo
alcanzaré de mi Hijo para ella. Y lo que le alcanza no sólo se refiere a los
bienes del alma, a los bienes espirituales: gracias místicas, enriquecimiento
espiritual, progreso en las virtudes, sino que se extiende al plano terreno, en
el que se ve obligada a meterse por razón de su carisma de Fundadora; San José
le ayuda en los negocios económicos.
P. Román Llamas, ocd
Próximas publicaciones:
a) Le consigue la vida
b) El don de la oración y su amistad
c) Los dineros para el primer convento
d) Cuida de las cuatro primeras novicias
e) La libra en un peligro muy grave
f) La gracia de determinadas gracias místicas
Conclusión
II.- QUÉ DIO SANTA TERESA A SAN JOSÉ
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