José
y María aparecen también en esta escena como el prototipo del creyente
cristiano. Del creyente cristiano que por ellos sabe dónde tiene que buscar a
Jesús. Como dice Orígenes: “En las aglomeraciones de muchos, mi Jesús no
puede encontrarse. Aprende donde le encuentran los que le buscan para que,
buscándole con José y María le encuentres. No por cualquier sitio sino en el
templo…Busca, pues a Jesús en el templo, búscale en la Iglesia, búscale entre
los maestros que hay en la Iglesia y no salen del templo. Si le buscares así,
le encontrarás”. (Homilias sobre Lucas, Hom. 18, PG 13, 1848). En
la siguiente homilía dice que le buscaban con dolor, no porque creyesen que el
Niño se hubiese engañado o hubiese perecido…”Deja esta opinión, máxime de José,
a quien el ángel le había mandado que tomara al Niño y huyera a Egipto; que
había oído: “No temas tomar a María tu mujer, pues lo engendrado en ella es del
Espíritu Santo…” Jamás podía suceder que temiese que el Niño, que conocía que
era divino, hubiera perecido… Angustiados buscaban al Hijo de Dios… Y ¿dónde,
pues, le encontraron? En el templo. Allí se encuentra el Hijo de Dios. Si
alguna vez buscares al Hijo de Dios, primeramente búscale en el templo;
corre a él, allí encontrarás a Cristo, la palabra y la ciencia, es decir el
Hijo de Dios”. (Ibid p. 1850-51)
José
y María son modelo de los creyentes cristianos que, como ellos, sin comprender,
aceptan y tratan, mediante la guarda en el corazón, la reflexión y la meditación
(Lc 2,19.51) de penetrar y ahondar más y más en el misterio que es Jesús,
siempre en una actitud de fe entregada.
P.
Román Llamas ocd.
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