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SAN LUCAS DESCRIBE LA ESCENA CON ESTAS PALABRAS

 
 

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos, como de costumbre a la fiesta y, habiendo terminado los días, al volverse, el niño Jesús permaneció en Jerusalén, ignorándolo sus padres. Pero pensando que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre parientes y conocidos. Y, al no encontrarle, retornaron a Jerusalén buscándole” (Lc 2,41-45). 

Las fiestas de la Pascua duraban siete días. El texto da a entender que Jesús disponía de cierta libertad de movimientos durante esta semana. No obstante, el misterio inexplicable que rodea su nacimiento, Jesús se portaba como los chicos de su edad, disponiendo de cierta autonomía. Sus padres piensan que está plenamente integrado en el desarrollo de las fiestas. La afluencia de peregrinos en aquellos días a Jerusalén era enorme. En una ciudad de unos 20.000 habitantes en aquel tiempo, el número de peregrinos podía acercarse a los 100.000, (JOAQUIN JEREMÍAS. Jerusalén en tiempos de Jesús, Edic Cristiandad, Madrid, 95, p. 120-2319). Se comprende que un chico de 12 años pueda perderse voluntariamente con facilidad entre tanta muchedumbre festiva.  

La secuencia del relato nos da la explicación del por qué Jesús se perdió.  “Lo encontraron tres días después en el templo, sentado en medio de los doctores, escuchándolos y preguntándoles. Todos los que le oían estaban maravillados de su inteligencia y de sus respuestas, Y, viéndole, se maravillaron y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué has hecho así con nosotros? Mira, tu padre y yo, angustiados, te buscábamos” (Lc 2,46-47).

P. Román Llamas ocd.

 

 

 

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