La
palabra angustiados no expresa toda la intensidad del dolor de José y
María en la búsqueda del Niño. El término griego odynomenoi significa
dolores sin remedio, desconsuelos sin solución; son las angustias del rico
epulón en el infierno (Lc 16,24-25); es la angustia de la condenación que Pablo
estaba dispuesto a llevar, si con ello se salvara su pueblo (Rom 9,2; cfr Tit
6,6-10); es la angustia de los ancianos de Éfeso cuando se dan cuenta que no
volverán a ver a Pablo (Act 20,38)
¿Qué
sintió José cuando oyó de labios de María “tu padre”? Porque, como dice
el Papa, “esta no es una frase convencional, las palabras de la madre de Jesús
indican toda la realidad de la Encarnación que pertenece al misterio de la
Familia de Nazaret. José, que desde el principio aceptó mediante la obediencia
de la fe su paternidad humana respecto a Jesús, siguiendo la luz del Espíritu
Santo que mediante la fe se da al hombre, descubría cada vez más el don
inefable de la paternidad”. ( RC 21)
P.
Román Llamas ocd.
Siguientes publicaciones:
LA RESPUESTA DEL NIÑO JESÚS (1)
LA RESPUESTA DEL NIÑO JESÚS (2)
LA RESPUESTA DEL NIÑO JESÚS (3)
LA RESPUESTA DEL NIÑO JESÚS (4)
VALOR SIMBÓLICO DEL RELATO (1)
VALOR SIMBÓLICO DEL RELATO (2)
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