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LA SAGRADA FAMILIA EN EL EVANGELIO (2 de 9)

En la Iglesia mozárabe múdejar de S. Bartolomé Toledo

La familia de Nazaret



Comencemos por anotar que la expresión Sagrada Familia, Santa Familia, aplicadas a la familia de Nazaret, no aparecen ni en el Evangelio ni en el resto de los escritos del Nuevo Testamento. En estos podemos decir que es desconocida totalmente. Son calificativos, por otra parte, apropiadísimos, que no aparecen hasta el siglo XIV de la era cristiana.

¿Qué no nos dice el Evangelio de la Familia de Nazaret?  El Evangelio, más que un libro histórico en sentido riguroso es un testimonio de la fe de las primeras comunidades cristianas sobre el misterio que es Jesús y está escrito para alimento y propaganda de esa misma fe. Lo que nos pregona de la Sagrada Familia es la fe de las primitivas comunidades cristianas sobre la misma.  Aunque no la llama familia, Jesús, María y José son presentados como una familia más de Nazaret, si bien con características propias, exclusivas suyas. Aparecen José y María como marido y mujer, pero no se dice nada de sus familiares directos, -sólo de José que era hijo de Helí (Lc 3,23) o Jacob (Mt 1,16). Tampoco se dice nada de su vida anterior al matrimonio y en él se da una connotación única y especial. Se supone que José y María han celebrado ya el primer acto de las bodas, según la costumbre de los judíos, lo que llaman los quiddushim, que entre otras consecuencias llevaba el que la mujer si se unía a otro hombre cometía un adulterio. Esta solía seguir viviendo en casa de sus padres.

José se encuentra con el hecho de que su esposa aparece esperando un hijo. Este descubrimiento le mete en una terrible noche oscura. Él sabe que no es de él. Su esposa, la joven María, es una santa. ¿Qué ha pasado? Lo único que nos dice el Evangelio es que José está pensando, dándole vueltas en su interior, en abandonarla secretamente. Y cuando está engolfado en estos pensamientos viene el ángel del Señor que le dice: “José, hijo de David, no temas tomar a María en tu casa”. Celebró así los nessu´im, acto que consistía precisamente en llevar a la esposa a casa del esposo de una manera definitiva. Y José tomó a su mujer en su casa con el niño que llevaba en su vientre.

  Comienza de esta manera la convivencia de la familia en Nazaret bajo el mandato del Señor y marcada por la presencia del Espíritu Santo, lo que da a los relatos evangélicos sobre el particular y fuerte color de sobrenaturalismo. El matrimonio de José y María se mueve en un ambiente de gracia y benevolencia divinas. Lo envuelve un halo de gracia de Dios.
           P. Román Llamas ocd

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